La escoliosis lumbar es uno de los problemas de espalda más frecuentes actualmente. Es una curvatura que se produce en la curva vertebral, de tal manera que esta queda torcida hacia un lado o hacia otro. De esta manera, podemos encontrar columnas torcidas en forma de letra C hacia la izquierda o hacia la derecha, pero también podemos encontrar una columna con una curvatura en forma de S.

Diferencia entre una columna con escoliosis y otra sin

Este tipo de problemas en la espalda tienen diferentes grados. De esta manera, podemos encontrar con que, si tenemos una torcedura en la columna de un carácter más bien leve, solamente será necesario acudir al médico para realizar revisiones periódicas. Además, estas visitas no serán demasiado frecuentes.

En el caso contrario en que la torcedura tenga un carácter más grave, habrá más incomodidades para realizar la vida con normalidad y, en prácticamente todos los casos, será necesario un tratamiento.

Ante todo, debemos tener en cuenta que la escoliosis, al producirse una torcedura en la espalda, conlleva una serie de molestias que en ocasiones dificultan bastante la vida diaria de cualquier persona.

Causas de la escoliosis

Las causas que ocasionan un problema de escoliosis no están demasiado claras. Solamente se conoce que este problema puede surgir en cualquier momento de la vida de una persona, aunque lo más normal es que el problema comience a manifestarse en la adolescencia, entre los 10 y los 12 años.

Esto se debe que, en estas edades, el cuerpo empieza a desarrollarse muy rápidamente para dar paso a un cuerpo adulto, y ello puede tener serios estragos en la forma de nuestra columna vertebral.

Así se ve una columna normal y una con escoliosis en niños

Es lógico en cierta medida pensar que el rápido crecimiento de la columna, juntado además con una serie de malas posturas que puede tomar el adolescente, causen la escoliosis.

Sin embargo, podemos encontrar casos de escoliosis que se producen por antecedentes familiares. Esto puede saberse normalmente por las revisiones que se les hacen a los bebés periódicamente en los primeros años de su vida.

A partir de este tipo de revisiones, el médico valorará el tipo de escoliosis y el tratamiento que necesita, si este fuera necesario.

Pero como norma general, se desconocen las causas exactas de la aparición de la escoliosis, especialmente en los casos en que aparece en personas adultas. No obstante, se están llevando a cabo numerosas investigaciones para detectar la causa exacta de este problema, con el fin de que pueda corregirse o preverse.

Tipos de escoliosis

Los especialistas en este tipo de problemas lumbares suelen hacer una clasificación dual de la escoliosis.

La primera de ellas sería la escoliosis estructural, que consiste en una escoliosis o una torcedura en la espalda que se perpetua en el tiempo hasta que puede concluirse que será permanente. Esto podría ser causado por algún tipo de golpe como un accidente de coche, por una infección, por causas de nacimiento, o por una enfermedad.

Por otra parte, tendríamos la escoliosis no estructural, que consiste en aquella escoliosis que tiene un carácter más temporal. Sin embargo, esto requiere de un tratamiento para que el problema pueda ser corregido, con el fin de que la columna vertebral vuelva a su lugar original.

Síntomas de la escoliosis

En cuanto al diagnóstico médico de la escoliosis, el profesional se encargará de hacer las revisiones y los exámenes pertinentes, aunque en la mayoría de las ocasiones no será demasiado complicado, y lo que sí será decisivo de las exploraciones físicas, será el hecho de determinar el ángulo exacto de la torcedura de la espalda. Además, se le preguntará al paciente sobre los posibles antecedentes familiares de este problema, su edad exacta, etc.

Estos datos son bastante importantes, porque dependiendo de la edad, del ángulo de torcedura, de los antecedentes o del tipo de escoliosis de que se trate, el tratamiento será diferente. Lo crucial y la parte más esencial de cualquier tratamiento es, cómo no, las visitas a la consulta.

El médico normalmente establecerá visitas cada 6 meses para ir observando el estado de la curvatura.

Normalmente en una escoliosis no estructural, y cuando estamos ante pacientes en la adolescencia, este tipo de revisiones son suficientes para hacer un seguimiento con total tranquilidad. Sin embargo, cuando estamos ante un problema de escoliosis estructural o uno algo más agravado, el tratamiento será diferente.

Tratamiento de la escoliosis

En ocasiones, algo que puede ayudar a la corrección del problema es el uso de un corsé ortopédico. Es una banda cuya función es presionar la parte de la espalda haciendo que la postura se corrija. Sin embargo, podemos llegar hasta el punto de tener que recurrir a la cirugía para que el problema se solucione del todo.

Diferentes tipos de corses según la necesidad.

En aquellos casos en que tenemos a un paciente que es aún un niño y cuya curvatura es bastante grave, la única solución suele ser la cirugía. En estas cirugías, lo más común es colocar una serie de implantes que permanecerán en la espalda de la persona durante toda su vida, y ayudará a que puedan desarrollar su postura con normalidad.

Sin embargo, los tipos de tratamiento no se establecen de una manera aleatoria, sino que este dependerá en gran medida de la curvatura de la espalda del paciente. Si es una curvatura menor, ello quiere decir que esta puede ser temporal, por lo que el único tratamiento posible es la visita a la consulta del médico con una frecuencia más o menos prudente, alrededor de cada 4 a 6 meses.

Cuando la curvatura oscila entre los 25 y los 30 grados, normalmente es el momento en que el médico recomendará el uso de un corsé ortopédico que ayude a repartir el peso de una manera equitativa por toda la espalda, para que la postura del paciente pueda ir corrigiéndose de manera natural y progresiva.

Sin embargo, habrá ocasiones en que la curvatura haya llegado hasta los 40 grados o haya superado esta cantidad. En ese caso, la mejor solución es una operación, es decir, someterse a la cirugía. Es el tratamiento sin duda más invasivo, pero durante la operación se corregirá la posición que ocupan las vértebras en la columna vertebral, y el paciente podrá tener una menor curvatura, o no tenerla.

Con respecto a aquellos casos de escoliosis que son menos graves, cabe destacar que el ejercicio puede ser una alternativa a tener en cuenta. Debemos tener cuidado, puesto que hay un gran número de ejercicios que implican el uso de fuerza y pueden cargar en exceso nuestra espalda, algo que no queremos.

Deberíamos intentar dar con unos ejercicios que proporcionen flexibilidad a nuestros músculos y ayuden a corregir la postura de la espalda. Si bien estos ejercicios no curan por sí solos un problema de estas características, sí que es cierto que pueden ayudar a corregirlo en gran medida.

Sin embargo, para aquellos casos en que la escoliosis es más grave, el ejercicio no ayudará demasiado a solucionar el problema, puesto que la única solución posible habitualmente es, como ya habíamos advertido, someterse a una operación.

No hay que dejar de mencionar que la escoliosis es un problema doloroso físicamente, pero también puede serlo emocionalmente. Si nuestros seres queridos sufren de escoliosis, no tenemos que dejar de darle importancia a este aspecto, y tenemos que cuidarlo al máximo.

Para escribir los artículos de este blog hemos usado los siguientes fuentes:

  1. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed
  2. https://es.cochrane.org/es
  3. http://www.scielo.org
  4. https://scholar.google.es

 

Escoliosis – Causas, tipos y tratamientos.
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